lunes, 20 de abril de 2020


Fred Ritchin “Después de la fotografía”

El transcurso de los años, los inevitables cambios sociales, los agigantados pasos tecnológicos, mecánicos, y científicos, son un cúmulo de procesos y sucesos que se encuentra en una gran red, donde todos se influyen  a la vez, se abren paso, o se suscitan unos a otros como evoluciones o bien -como Fred Ritchin advierte- revoluciones.
El arte no está exento de la red social, y muy al contrario está inmerso y funge un papel que evidencia estas (re)evoluciones sociales. Las manifestaciones artísticas responden a su contexto y apuntan a “mundos” inimaginables, la forma de ver y vivir el mundo han permeado estas expresiones artísticas y por supuesto, los avances mecánicos, y tecnológicos que han dado pie a experimentar nuevos horizontes e innovar o inventar nuevas formas de expresión artística. En este caso el trabajo de Fred Ritchin nos apunta a la fotografía, y más específico, el puente de la fotografía análoga, a la era digital.
Es cierto e innegable que existe una gran diferencia técnica entre una cámara análoga y una cámara digital, pero, no sólo se trata de diferencias en la máquina, en la cámara, sino en toda la serie de elementos que se condensan al momento de hacer click y llevar esa imagen al plano bidimensional.  Elegir qué se va a fotografiar, enfocar la atención, la mirada a diversos objetos, espacios, lugares, personas o acontecimientos, así como la perspectiva, la mirada al mundo, todo  se ve permeado a través de un lente, de una pantalla y que por supuesto varia con la fotografía análoga o digital.
Sin embargo en este transcurso tecnológico se han dado a la luz otros artefactos para producir imágenes  del mundo ante nosotros, las cámaras de computadoras, y teléfonos celulares, principalmente. Para entonces el producir fotografías se encuentra distante con el trabajo fotográfico de décadas anteriores. El mundo ahora se puede modificar, se oscila entre la realidad y la fantasía, con herramientas que modifican esa visión al mundo, nuestra permanencia en él. El mirar una foto se ha vuelto un acto de fe, para identificar la imagen como un hecho real, o que fue modificado. Cambios y modificaciones de luz, de color, perspectiva, y tamaño, además de agregar u omitir objetos o personajes en el cuadro, situar en algún lugar  en específico, son algunos de los aspectos que pueden variar en la fotografía que nos llevan a cuestionar lo que vemos o simplemente creer ciegamente de que se trate de una fiel copia de la realidad.
La producción de fotografías se ha vuelto una acción común, super ordinaria y casi general, de un acceso inmediato al alcance de nuestras manos. Tomar el teléfono celular, y hacer una fotografía es un acto que hoy en día todos hemos hecho, pero aquí la cuestión que se ha reflexionado desde el trabajo de Susan Sontag, es ¿qué se vuelve digno de retratar?, ¿hacia dónde fijar la mirada a través del lente?, ¿Qué cosas son merecedoras de nuestra atención? Y sobre todo ¿Qué hechos, personas, objetos o lugares se han de volver imagen para permanecer en el plano del tiempo, desprenderlo del presente y llevarlo al futuro para volverse una fuente inagotable de recuerdos?  Es inmensamente vasto el campo de la fotografía, y con ello estas interrogantes se responden de formas muy diversas para cada momento de la historia, para cada contexto social, para cada tipo de cámara ( ya sea análoga, digital, de celular o de computadora) y por supuesto para cada sujeto detrás del lente.
Sin embargo lo que parece aquí esencial es la diferencia de la era digital a la análoga, pues como Fred nos deja bien en claro, existen diferencias muy claras pero casi siempre desapercibidas, o ignoradas, pues dibujar con luz (foto-grafía) se ha visto inmerso en una gran ola de cambios, pasar de características físicas y propiedades de elementos naturales para producir una foto, ahora  se encuentran en códigos vinarios, una serie de información que otra máquina ha de procesar y condensar en unidades legibles (pixeles) que en su conjunto forman una imagen reconocible, casi fiel a la realidad. Esto por supuesto que ha abierto una brecha para los sujetos hacedores de fotografías, un cambio en la expresión y mirada al mundo. Queda la incertidumbre del camino que irá tomando esta actividad, ¿qué artefactos se innovarán para hacer nuevas fotos?, ¿se tratará todavía de imágenes tomadas de la realidad?.
Reflexionar sobre el trabajo de Fred Ritchin es reflexionar sobre nuestro quehacer hoy en día de la fotografía, como Artistas visuales pero sobre todo como seres inmersos en una sociedad altamente cambiante en vísperas de revoluciones  aun por venir. Es  también reflexionar a cada click que se hace, ya sea en una Phentax, en una Canon EOS, o con un iphone, y emprender un camino hacia la creación de imágenes bidimensionales extraídas de la realidad, una realidad que nos abraza y nos conduce a nuevos horizontes.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Datamosh / glitch